La formación cultural ayuda a las personas a superar los retos culturales en los negocios y en la vida. Implica capacitar a los empleados, gerentes e individuos para que comprendan mejor otros países y culturas.
Además de cubrir aspectos tangibles de la cultura, como el idioma, el lenguaje corporal y la vestimenta (lo que se conoce como cultura explícita), también profundiza en la cultura implícita, es decir, en las cosas que no podemos percibir. Esto incluye valores culturales, normas, creencias, expectativas y percepciones.
Los buenos programas de formación cultural se adaptan a las necesidades específicas de la empresa o del individuo y se imparten en una variedad de formatos; desde lecciones presenciales y debates en grupo hasta escenificaciones y módulos de aprendizaje en línea.